Sí, llegó Septiembre, lo que es lo mismo las clases. Sí, poner el despertador a las 7:15 de la mañana, levantarte, prepararte y salir pitando para el instituto, llegas a clase y casi no te dejan ni sentar, nada más llegar el profesor ya está con un nuevo tema, vuelta a la rutina... Se fue el verano, esos dos meses que intentas disfrutar al máximo todo lo que no has podido durante el curso, sin tocar un libro, sin saber nada, pero nada del instituto, pero bueno, tarde o temprano todo se acaba. Llegan esos días de invierno en los que el sol se esconde muy temprano, en los que llueve y apenas nadie sale a la calle, te pasas horas y horas estudiando, o haciendo trabajos... Pero todo tiene su recompensa.
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